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Las Ciudades en el Paisaje

El crecimiento urbano continúa en aumento, principalmente a causa de la migración poblacional hacia las ciudades, con énfasis en aquellas localizadas en los países en desarrollo. Este hecho transforma los componentes bióticos, culturales y físicos del socio-ecosistema al punto de producir nuevos e inesperados paisajes, no siempre estimulantes, gratificantes o saludables. El metabolismo de las ciudades transforma los ecosistemas locales a diferentes escalas a través de los usos y servicios como la agricultura, el transporte, la infraestructura y los procesos ecológicos. La perspectiva de tales transformaciones demanda, de parte de las ciencias del paisaje (planificación, diseño, gestión), una responsable previsión y direccionamiento como aporte a la sustentabilidad ambiental local y al bienestar de la población.

 

 

Biodiversidad, Servicios Ecosistémicos y Salud Humana

La salud humana depende en gran medidad –si no totalmente- de los servicios ecosistémicos, y para éstos a su vez la biodiversidad es fundamental. Ante la crisis ambiental de hoy es imprescindible que los asentamientos urbanos en actitud responsable ante la vida, y como mitigación de sus propios impactos, dirijan esfuerzos a la conservación o recuperación de la biodiversidad como fuente de equilibrio ambiental y provisión de servicios ecosistémicos. ¿Cómo motivar y llevar a cabo las acciones correspondientes? En las respuestas a este reto se articulan la biodiversidad, la salud, la ciudad y el paisaje.

 

Planificación, Diseño y Manejo de los Paisajes

El paisaje expresa la manera como cada cultura atiende las necesidades humanas: alimento, vivienda, y demás bienes y servicios. Simultáneamente, el paisaje mismo es un bien que ha de ser atendido, como derecho de la sociedad y de los individuos a disfrutarlo en sus aspectos físicos, culturales y espirituales. De ahí la necesidad de planificarlo y diseñarlo a la par con los demás componentes del desarrollo para evitar su deterioro y pérdida de valores locales.

 

 Para adelantar estas tareas se requieren esfuerzos conjuntos e interdisciplinarios que prevean la inclusión del enfoque paisajista desde el comienzo de los planes y proyectos. Así en un panorama de equilibrio entre preservación de la base natural, satisfacción de necesidades, y atención a la cultura local, será posible un paisaje, o múltiples paisajes, expresión de un hábitat, resiliente, justo, saludable y estimulante.